Embutidos ibéricos en una dieta saludable

Existen diversas opiniones acerca de los embutidos y sus beneficios para una dieta saludable. En general, mucha gente ve los embutidos como alimentos poco saludables y muy altos en grasas. ¿Pero… realmente es cierto que no nos aporta ningún beneficio en nuestra dieta? ¿Qué pensarías si te decimos que los embutidos pueden ser beneficiosos?

Los embutidos tienen componentes esenciales y muy beneficios para la salud, por ello es recomendable en cantidades adecuadas incorporarlas a nuestra dieta, además forman parte de la tradición culinaria española, y aportan un sabor y color únicos a nuestras recetas sobre todos a los platos de cuchara, que se hacen realmente apetecibles en cualquier época del año.

Los denominados derivados cárnicos son productos alimenticios que es preparado de manera total o parcial con carnes o despojos de especies autorizadas en el Código Alimentario Español (CAE), que son sometidos a procesos específicos previos a su consumo, preparados de carnes picadas o no, sometidas a procesos de curación o no, con adición o no de despojos comestibles y grasas de cerdo, productos vegetales, condimentos y especias, y finalmente introducidos en tripas naturales o artificiales.

Las Carnes son normalmente de cerdo o vacuno, y tienen que cumplir una serie de características:

Permitir el crecimiento de microorganismos relacionados a la maduración.
Ser sometidas a un correcto grado de refrigeración que garantice consistencia a la pieza y permita cortes netos y limpios.
Ser ricas en pigmentos que proporcionen el color característico.

Tipos de embutidos ibéricos

- Embutidos Ibéricos Crudos

Estos embutidos se caracterizan principalmente por no haber pasado por tratamientos térmicos, es decir un proceso de cocción, y que pueden ser consumidos en estado fresco o cocinado con el tiempo de maduración, y si han pasado por procesos térmicos.

- Embutidos Ibéricos Curados

Los embutidos curados que si son embutidos que posteriormente han pasado por un proceso de secado, se pueden clasificar en:

Embutidos de carne: Dentro de los embutidos de carne, además de la carne de cerdo, también están los de carne de monte, y es que esta carne se caracteriza por ser una importante fuente de proteínas, minerales, hierro, fósforo y vitaminas del grupo A, fundamentales en nuestro organismo. Además, su bajo contenido en grasa hace que este tipo de embutido sea de los más sanos que puedes consumir, los más conocidos son el chorizo, salchichón, fuet, sobrasada… etc.
Embutidos de vísceras: son aquellos que, aunque contienen componentes de embutidos de carne, también contienen trozos de vísceras cocidas.
Fiambres: como el Jamón York, mortadela, pechuga de pavo…
Embutidos de sangre: en este caso encontramos productos muy conocidos como puede ser la morcilla o moronga, un embutidos cocido a base de sangre y caracterizado por su color oscuro.

Beneficios de los embutidos ibéricos para la salud

Comer embutido te aporta unos beneficios tan saludables como éstos:

Son ricos en fósforo, potasio, zinc, y magnesio. Y, si contamos con una carne de calidad como la de monte que es caracterizada por su importante fuente de proteínas, hierro y minerales entre otros, el embutido nos aportará por supuesto, siendo de buena calidad la carne de la que procede el embutido, sus propiedades serán mayores. Además, contienen un bajo contenido en grasa, ello hace que sea un embutido más sano para consumir.
Los embutidos son altos en hierro, esto convierte el embutido en un alimento ideal para personas con anemia o con niveles de hierro bajo.
¿Eres deportista? Pues los embutidos te aportan toda la energía que necesites para hacer ejercicio. Son fuentes altas e importantes en calorías.
El selenio es un mineral muy importante en el buen funcionamiento del organismo. Un papel fundamental que realiza es que es antioxidante pero es un nutriente que se necesita en pocas cantidades, y se puede encontrar en carnes que tienen un alto nivel de selenio. Este nutriente se necesita en pocas cantidades, y los embutidos aportan la cantidad diaria recomendada.
Reduce el riesgo de padecer cualquier enfermedad crónica de etiología multifactorial
El Jamón ibérico cuenta con una gran cantidad de ácidos grasos insaturados, recomendables para la alimentación.

Cuando elijamos el embutido para consumir debemos tener en cuenta la cantidad de grasa, sal y colesterol que contiene, entonces ¿Cuáles son los embutidos con menor grasa?

Los embutidos que contienen un mayor índice de grasa saturada son las salchichas, chorizos, morcillas y fiambres, es por ello que se recomienda consumirlos en menor cantidad y frecuencia.

Entre los embutidos que menos grasas aportan encontramos el jamón serrano, jamón york o pavo.

Se recomienda consumir embutido una o dos veces a la semana, por lo tanto, consumirlo en pequeñas cantidades, junto a una dieta equilibrada y practicando ejercicio físico, comer embutido de esta forma no supone ningún peligro para la salud, escogiendo los embutidos más magros y con menos sodio.

Los embutidos extremeños 100% ibéricos, resultan muy beneficiosos a la hora de comer.

¿El chorizo ibérico en la dieta de adelgazamiento?

Una posibilidad que te puede parecer increíble, pero que vas a entender de inmediato.

Debemos saber introducir el chorizo Ibérico en una dieta y más si nuestro objetivo está en perder peso, elegir un buen chorizo y 100% ibérico o chorizo de bellota contendrá un 10% de grasa y es rico en ácido oleico, este último ayuda a ejercer una acción beneficiosa en los vasos sanguíneos reduciendo el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, un sustitutivo perfecto para la carne, en especial para aquellas grasas y menos saludables, un perfecto sustitutivo de la carne, siempre combinando con verduras y ensaladas serán productos adecuados para el buen funcionamiento de los sistemas cardiovasculares y para el control del temido colesterol.

Además, posee un gran beneficio y es que ayuda a reducir el estrés que estas dietas a veces ocasionan a quienes las llevan a cabo.

Las dietas que están basadas en equilibrio deben seguir una serie de pautas:

Las comidas deben estar compuestas de verduras, carnes y pescados.
Hay que reducir las cantidades.
Comer cinco veces al día.
Ingerir la fruta en las medias mañanas o en las meriendas.
Disminuir los lácteos.

Con estas pautas y si lo que quieres es comer ese chorizo ibérico en el desayuno o en la cena, lo que debes hacer es eliminar del resto de comidas del día las proteínas.

Por lo demás, no existe inconveniente alguno en introducir 1 o 2 veces por semana el chorizo ibérico en otras comidas que no sean la principal.