Jamón de bellota 100% Ibérico

Tanto la paleta como el jamón ibérico siguen un riguroso proceso de tres pasos para elaborarse: salazón, secado y maduración. Este rasgo común hace que, en ocasiones, sea difícil distinguirlos al paladar y puedan confundirse  aunque la verdad es que se trata de dos productos totalmente diferentes a pesar de que ambos proceden de las patas de los cerdos ibéricos.

Tanto el Jamón ibérico como la paleta ibérica proceden del mismo animal, el cerdo ibérico, la diferencia es que el jamón se obtiene de la pata trasera del animal y la paletilla procede de la pata delantera.

En cuanto al tamaño, el peso del jamón ibérico oscila entre 7 y 7,5 kg y la paleta ibérica en cambio pesa entre 5 y 5,5kg dado que su morfología es más pequeña.

Respecto a la longitud, la paletilla mide entre 60 y 75 cm frente a los 70 y 90 cm del jamón, que es más largo, más ancho y redondo que la paleta .

El jamón ibérico tiene grasa intramuscular, lo que le da mayor jugosidad dándole una apariencia y una textura inigualable. La caña de un jamón de pata negra es una caña muy fina y de forma alargada, su pezuña de color negra y su sabor jugoso con toques dulces, su aroma excepcional para paladares sensibles y gastrónomos que no pasarán desapercibidos. Y la paleta ibérica es una pieza más grasa que el jamón ibérico, lo que la hace más sabrosa y jugosa. Su grasa ligera, se funde en la boca con dulces tonos de frutos secos con sabor muy intenso de resonancias camperas, cuyo retrogusto salta de la lengua al paladar.

Teniendo en cuenta todos los aspectos anteriores deberíamos entender mejor la diferencia de precio que hay entre ambos productos.

El tamaño y el periodo de curación son los que determinan el precio de estos productos ibéricos, por ello el precio del jamón de bellota 100% ibérico es más elevado ya que es de un tamaño y un periodo de curación mayor.

Y por último solo recordaros que las mismas cualidades nutricionales y certificativas se cumplen tanto en el jamón ibérico como en la paleta ibérica, el elegir uno u otro dependerá del gusto del consumidor.

Si tienes un jamón ibérico o una paletilla ibérica en casa y quieres conservarlo bien una vez abierto ¡sigue leyendo!

Corta lo que vayas a consumir

Para saborear al máximo un jamón ibérico, lo mejor es cortar sólo lo que vas a consumir en el momento. Los jamones no tienen fecha de caducidad, pero sí se van resecando. Algo que puedes hacer es pedir el jamón ibérico cortado a cuchillo por un profesional o una vez pasado la época navideña, llevarlo a un cortador de jamones profesional te corte el jamón ibérico a mano y te lo envase al vacío, de esta forma, la pérdida de propiedades y cualidades del jamón ibérico es poca, es más fácil de almacenar. Usa el tocino para que no se seque.

La Temperatura

El jamón ibérico 100% de bellota debe conservarse en un lugar fresco y seco y no exponerse a la luz. No es necesario meterlo en la nevera, debe estar fresco pero no frío. La temperatura óptima para conservar un jamón debe ser de entre los 10º o 15º. Sabemos que en esta época no vas a pasar frío por lo que intenta buscar un lugar donde no refleje el sol, como una despensa, que normalmente se mantiene fresca y seca por sí misma.

Aleja el jamón de los olores

Es importante guardar el jamón ibérico en lugares alejados de la cocina ya que si está cerca de freidoras, hornos y placas puede coger sus olores y por tanto cambiar su gusto en tu paladar.

No tapes el jamón

Cuando compras un jamón suelen estar envuelto en papel de parafina o papel plastificado para evitar que manches su envoltorio. Otros puedes encontrarlos envasados directamente al vacío. Lo que debes evitar es envolver el jamón ibérico con papel film. El jamón es un producto orgánico, está vivo, necesita respirar y sudar, evita envolverlo. Si quieres protegerlo puedes usar las cortezas para ponerlas encima una vez que termines de cortar el jamón. Las cortezas de jamón lo mantendrán hidratado y con todos los sabores y matices intactos.

La Dehesa es un ecosistema único en el mundo que sólo se encuentra en el suroeste de la Península Ibérica y que ocupa una parte de la provincia de Salamanca, el norte de Huelva y Sevilla y la práctica totalidad de Extremadura. En este entorno privilegiado, poblado por encinas y alcornoques, se crían los mejores cerdos de raza ibérica del mundo.

La Denominación de Origen “Dehesa de Extremadura” se encarga de cuidar con mimo que todo el proceso, desde el nacimiento de cerdo hasta que el jamón llega a tu mesa, cumpla con la máxima calidad.

El Consejo Regulador vigila desde el control del cerdo en las dehesas, pasando por la identificación de las piezas en matadero, la realización de las auditorías en secadero y bodega de los jamones y paletas y finalizando con el control del producto final rubricado con la contraetiqueta del Consejo.

Esto hace que el jamón ibérico “Dehesa de Extremadura” sea un producto exclusivo y de gran calidad con el que nunca fallarás.

Para diferenciar un producto tan exclusivo como el jamón Dehesa de Extremadura y que no nos den gato por liebre, la Denominación de Origen tiene un sistema de colores y etiquetas que garantiza la raza y la alimentación de cada animal.

Todos los animales certificados dentro de Dehesa de Extremadura tienen un 100% o un 75% de raza ibérica, que es fundamental para que la infiltración grasa y la calidad de la carne sean las mejores.

De esta manera podemos diferenciar los jamones de cerdos 100% ibéricos alimentados de bellota porque llevan un precinto negro. Los de 75% ibérico alimentados con bellota por su precinto rojo y los cerdos de cebo de campo (alimentados en libertad pero no con bellotas) por su precinto verde.

Además, las características especiales de la dehesa extremeña y su clima único hacen de estos jamones y paletas un placer muy sano. Con un color característico que puede ir desde el rosa al rojo intenso, es característica la infiltración de grasa que le aporta un sabor muy delicado, poco salado o dulce. Son jamones con un aroma lleno de matices y muy agradable.

Sin duda un verdadero placer para los sentidos y un producto gourmet único en el mundo ¿Te animas a probarlos?

En Vega Selección podemos ofrecerte jamones ibéricos 100% de bellota, ibéricos y/o serranos con el corteo que prefieras: la pieza de jamón ibérico entera, cortado a cuchillo, cortado a máquina, deshuesado o tacos de jamón de cebo de campo o de bodega.

Combina tu jamón ibérico extremeño con otros productos hechos en extremadura: lomos, vinos, quesos...

Para diferenciar los diferentes tipo de jamones y paletas que existen, disponemos de un código de colores establecido por la Denominación de Origen Dehesa de Extremadura para identificarlos fácilmente: 

Jamón de bodega: los jamones y paletas de bodega, o jamones serranos, se elaboran a partir de cerdos blancos y su sabor es muy suave. Tiene muy poca grasa infiltrada y el proceso de curación ronda los 15 meses. Elige entre la pieza entera, en tacos o ya loncheado. 

Jamón de Cebo 50% ibérico: elaborados con la carne de cerdos alimentados con piensos a base de cereales, leguminosas y hierba del campo, los jamones y paletas de cebo tiene un sabor delicado. 

Jamón de Cebo de campo 75% ibérico: un equilibrio sorprendente entre los productos de cebo y los de bellota, los jamones y paletas de cebo de campo provienen de cerdos que han sido alimentados parte de su vida con piensos y cereales y parte con bellotas y hierbas de la dehesa extremeña. Esto hace que estos jamones y paletas tengan un sabor suave pero intenso que te sorprenderá.

Jamón de Bellota 75% ibérico: los jamones y paletas de bellota son la estrella. Se elaboran con cerdos que tienen al menos un 75% de raza ibérica, lo que les confiere una infiltración grasa en la carne que aporta un sabor intenso y una suavidad únicos. La alimentación de los animales, que se compone principalmente de bellota, raíces y plantas, y su vida en libertad le dan a la carne un sabor inconfundible. 

Jamón de Bellota 100% ibérico: De sabor inconfundible, intenso y meloso, los jamones y paletas de bellota 100% ibéricos son reconocidos en todo el mundo. Elaborados con cerdos 100% de raza ibérica criados en libertad en las dehesas de Extremadura, alimentados con bellotas y productos naturales y con un cuidado proceso de elaboración hace de estos jamones y paletas un producto exclusivo, con un sabor intenso e inigualable.